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English Vértigos – mareos – vahídos
Se estima que al menos el 15% de la población sufre trastornos del equilibrio, entre ellos los vértigos. Por lo tanto, si también formas parte de este grupo, debes saber que no estás solo.
Siguiendo el principio de que la ciencia se basa en la observación y la deducción, si cada vez que examinas el cuello de una persona que sufre de vértigos encuentras contracciones musculares extremas siempre en los mismos grupos musculares, ¿sería irrazonable deducir una estrecha correlación entre los vértigos y la tensión muscular? Si los vértigos desaparecen en el 80% de los casos tan pronto como estas contracciones musculares se alivian y se corrige la primera vértebra cervical, ¿es incorrecto afirmar que el 80% de los casos de vértigos tiene un origen puramente mecánico?
Permíteme hacerte esta pregunta: si la causa de un problema tiene un 80% de probabilidad de ser A y solo un 20% de ser B, ¿cuál investigarías primero siguiendo la lógica? ¿A o B?
¿Y si te hiciera notar que la práctica médica consiste en comenzar por B, sometiéndote a pruebas costosas y a veces invasivas, omitiendo completamente investigar A, para luego afirmar, al final de sus investigaciones, que no aparece nada relevante y que la causa del trastorno es desconocida o psicosomática? Después de haber gastado grandes cantidades de dinero y perdido mucho tiempo en exámenes prácticamente inútiles, te encuentras invariablemente con la típica caja de pastillas en la mano, para tomar antes o después de las comidas, en un intento de aliviar los síntomas de una causa no identificada. ¿Has tenido también esta experiencia?
Ponamos un ejemplo: te das cuenta de que tu coche reacciona mal y que especialmente en las curvas tiende a derrapar. Decides llevarlo al taller, habiendo notado que una llanta está desinflada. Aunque el problema del neumático es más que obvio, el mecánico comienza a medir los parámetros del motor y luego empieza a desmontarlo. ¿No pensarías que este tipo está loco o al menos es incompetente? Después de semanas de pruebas realizadas en el motor, el mecánico FINALMENTE se da cuenta de que el problema podría ser el neumático, pero declara que no tiene las herramientas para repararlo, por lo que te devuelve el coche junto con una factura desorbitada. ¿Qué pensarías tú? Sin embargo, esto es exactamente lo que sucede en la práctica médica, aplicada no solo a los vértigos sino también a muchos otros síntomas.
El 80% de los casos de vértigos y trastornos del equilibrio son directa o indirectamente de origen MECÁNICO, pero el médico intenta resolverlos con QUÍMICA. ¿Cómo dice el dicho? "Si la única herramienta que tienes es un martillo, comenzarás a tratar todo como si fuera un clavo".
El médico, al no ser un mecánico, está entrenado para tratar los trastornos con un enfoque químico, convirtiéndose en un eficaz promotor de medicamentos para las empresas farmacéuticas. Cuando los medicamentos no funcionan, como suele ocurrir, propone una intervención "mecánica", que generalmente significa cirugía, con el corte y la eliminación de partes del cuerpo. ¿Esto resuelve el problema? Obviamente no, de lo contrario no tendríamos a la mayor parte de la población conviviendo con enfermedades crónicas a pesar del uso constante de medicamentos.
Aunque este modo de proceder es altamente rentable para la camarilla médica y farmacéutica, está lejos de ser satisfactorio para TI, que sigues siendo el paciente que sufre. ¡Y sin embargo, esta es la práctica médica consolidada!
¿No crees que sería mucho más lógico y sensato intervenir primero en la causa A, con una probabilidad de éxito del 80% y pasar a B solo si A no funcionara?
¿Por qué vértigos y mareos?
La columna cervical alta alberga la mayoría de los propioceptores, las terminaciones nerviosas especializadas en percibir la orientación del cuerpo en relación con el espacio circundante. En sinergia con el órgano del equilibrio y la vista, los propioceptores permiten a la cabeza y al cuerpo orientarse de manera estable y segura en el espacio circundante. Si los propioceptores envían señales falseadas y contradictorias, se produce una percepción incorrecta del movimiento del entorno. Así aparece la sensación de que todo alrededor está girando, una experiencia familiar para quienes sufren de vértigos y mareos.
El mecanismo responsable del equilibrio es muy dinámico. Múltiples estímulos e información se adquieren y procesan simultáneamente, con el fin de controlar correctamente las cadenas musculares involucradas, para que el cuerpo permanezca en equilibrio respecto al espacio circundante y la gravedad terrestre.
A la regulación estática automática del equilibrio se suma la regulación coordinada de los movimientos dinámicos voluntarios.
La estabilidad y la sensación relativa de equilibrio son el resultado de un sofisticado equilibrio de fuerzas. Cuando estas fuerzas no actúan de manera sincronizada y coordinada, surgen descompensaciones que conducen a una sensación de inestabilidad, mareos, vértigos y, en casos extremos, a un completo desorientamiento espacial que puede culminar en un desmayo repentino. ¿Cómo sucede todo esto?
El mecanismo de regulación del equilibrio, aún no del todo comprendido, depende de una multiplicidad de entradas sensoriales. Si, por cualquier motivo, estas entradas no alcanzan el sistema nervioso para ser procesadas, el organismo no será capaz de generar una respuesta neurológica adecuada para mantener el equilibrio de todo el aparato musculoesquelético.
Si queremos hacer un ejemplo fácilmente comprensible, podemos comparar el equilibrio del cuerpo humano con el funcionamiento de un navegador GPS, que seguramente todos conocen: la ubicación de tu navegador GPS en el globo terrestre se determina calculando la distancia relativa de al menos 3 satélites.
Si el receptor satelital puede recibir la señal GPS de varios satélites, entonces la posición se calcula con precisión; si, en cambio, por alguna razón se pierde la señal de la mayoría de los satélites, la navegación se vuelve progresivamente más incierta. Si se pierde también la señal de los últimos 3 satélites, el navegador GPS ya no será capaz de orientarse. Comparando esta situación con el cuerpo humano, equivale a una condición de desmayo.
Exámenes médicos para vértigo, mareos y trastornos del equilibrio
Cuando un paciente se queja de vértigo, mareos o pérdida de equilibrio, existen varios exámenes médicos que pueden realizarse. En primer lugar, se mide la presión arterial y, si esta es normal, el paciente es derivado a un especialista en oídos, nariz y garganta, conocido como otorrinolaringólogo, quien busca posibles infecciones en la garganta o en el oído, ya que el órgano del equilibrio está conectado al oído interno y una inflamación en esta zona puede afectar negativamente al equilibrio. Además, se realizan pruebas para distinguir entre vértigo de origen central o periférico, como el vértigo rotatorio, el vértigo oscilatorio o el vértigo vertebrógeno (originado en la columna vertebral).
A veces, el trastorno del equilibrio puede ser causado por el desplazamiento de los llamados otolitos/estatolitos. Se trata de pequeñas "piedrecillas" dentro del sistema auditivo, que pueden ser reposicionadas mediante maniobras adecuadas.
Si los exámenes no conducen a un diagnóstico concluyente, el paciente es derivado a un oftalmólogo (especialista en ojos) para exámenes adicionales, ya que la vista juega un papel muy importante en el equilibrio. Si esta consulta tampoco revela anomalías, generalmente se procede a realizar una resonancia magnética para examinar el cerebro en busca de posibles tumores o alteraciones. Si este examen tampoco arroja resultados, el paciente es declarado estructuralmente sano desde el punto de vista médico.
Después de este largo y costoso proceso, que en la mayoría de los casos no conduce a ningún resultado, se administra un tratamiento farmacológico que a veces produce una mejoría inicial. Sin embargo, la medicina rara vez logra identificar una causa real que explique el vértigo del paciente. Tras haber alimentado generosamente el sistema, el ciclo suele terminar con la frase: "debe aprender a convivir con su vértigo y sus trastornos del equilibrio", a menos que el vértigo se haya resuelto espontáneamente, como a veces sucede.
Hay casos en los que el trastorno se vuelve tan grave que, además del vértigo, los mareos y la sensación de inseguridad en los movimientos, el paciente desarrolla una creciente inseguridad emocional. Esto lleva a la persona a aislarse socialmente e incluso a abandonar el trabajo, especialmente si se trata de una profesión en la que el equilibrio es importante.
¿Por qué sufres vértigo recurrente, aunque el médico no encuentre ninguna causa orgánica que lo justifique?
Demasiado a menudo, el vértigo se atribuye erróneamente a factores psicológicos, aunque en realidad estos no tienen nada que ver, salvo como consecuencia secundaria. Entonces, ¿de dónde provienen este vértigo, los mareos y la sensación de inseguridad o de entumecimiento en los movimientos que atormentan a tantas personas?
¡Vértigo y mareos: cambia tu perspectiva!
Como ya se ha explicado, la función del equilibrio es extremadamente dinámica y compleja, con una multitud de informaciones que deben procesarse simultáneamente. Si los impulsos y los datos esenciales para regular el equilibrio llegan tarde, llegan distorsionados o no llegan en absoluto, el cerebro, al igual que una calculadora de bolsillo, realizará cálculos basados en valores erróneos o faltantes, y el resultado será inevitablemente incorrecto.
Toma nota: la calculadora no está defectuosa, simplemente se han introducido valores incorrectos en el cálculo.
El Atlas está situado anatómicamente muy cerca de los vasos que también abastecen el órgano del equilibrio; lo mismo ocurre con los cóndilos mandibulares. Si uno, o peor aún, ambos huesos están permanentemente desplazados de su posición ideal, invadirán el espacio reservado a otras estructuras anatómicas circundantes, como vasos sanguíneos, nervios y vías linfáticas que alimentan el órgano vestibular.
En las personas que padecen vértigo o sensación de inestabilidad, se observa invariablemente una extrema rigidez en los músculos del cuello, que a menudo se extiende a los hombros, justo donde se encuentran el 80% de los propioceptores del equilibrio.
¿Qué piensas que sucede con los impulsos e información que necesariamente deben pasar a través de haces nerviosos comprimidos por músculos extremadamente tensos? ¿Es posible que se alteren?
Esperar que el sistema de equilibrio funcione correctamente en las condiciones descritas, con estrangulamientos presentes por todas partes, sería como esperar que tu televisión te permita ver el partido sin interferencias, incluso si aplastas o cortas el cable de la antena con unos alicates.
A veces, el vértigo y los mareos desaparecen inmediatamente después del tratamiento de corrección de la primera vértebra, gracias también al masaje preciso de la musculatura circundante realizado durante la sesión de Atlantomed. En otros casos, los vértigos o mareos disminuyen o desaparecen gradualmente con el tiempo, a medida que el cuerpo completa el proceso de regeneración y adapta sus estructuras a las nuevas condiciones.
Un estudio muestra que Atlantomed logra un resultado positivo en el 82% de los casos de vértigo, de los cuales el 29% experimenta una remisión completa del trastorno, mientras que en el 53% restante los episodios de vértigo disminuyen en frecuencia y/o intensidad.
Enfermedad de Ménière
La enfermedad de Ménière es un conjunto de síntomas que el médico Prosper Ménière describió por primera vez y a la que se le dio su nombre.
Las personas a las que se les había diagnosticado la enfermedad de Ménière, después del tratamiento con Atlantomed, se dieron cuenta de que sus problemas no se debían a una "extraña enfermedad", sino más bien a un desequilibrio causado por un Atlas desalineado y una musculatura excesivamente rígida, que dificultaba la libre circulación de los líquidos. Este desequilibrio es fácilmente resoluble mediante la corrección de las vértebras cervicales y puede llevar a la desaparición de la temida enfermedad.
Desmayos repentinos – síncope vasovagal
La experiencia muestra que muchas personas que sufren desmayos repentinos sin causas aparentes, especialmente al extender el cuello hacia atrás, dejaron de tener estos episodios después del tratamiento de Atlantomed.
Este resultado se atribuye a la liberación de la arteria vertebral de la compresión anormal a la que estaba sometida por parte del Atlas durante el movimiento del cuello hacia atrás y al cese de la estimulación anómala del nervio vago, como se describe en la página dedicada a las consecuencias en el sistema nervioso.
Y para concluir...
Al principio, muchas personas se muestran incrédulas al leer este sitio web, especialmente cuando ven las entrevistas donde la gente cuenta sus historias. Después de años de sufrimiento e indoctrinamiento médico, lo que leen aquí puede parecer ciencia ficción. Sin embargo, todo es cierto, y 10.000 testimonios en diferentes idiomas lo confirman.
Algunos se preguntan por qué los médicos no aplican este método de manera generalizada si es tan eficaz. Si aún no te has dado cuenta: la medicina convencional no tiene ningún interés en una solución definitiva – el paciente debe seguir siendo paciente. El dinero se gana con los enfermos, no con los sanos.
Entrevistas en video sobre el VÉRTIGO
Al ver algunas entrevistas en video o leer los muchos testimonios de personas tratadas con Atlantomed, te darás cuenta de dos aspectos:
opiniones después del realineamiento del Atlas
Algunas opiniones del foro
- Antonio: Sufría de vértigos e inestabilidad desde hacía 2 años
- Maria Teresa: ¡Vértigos inexplicables resueltos!
- Ottavio: Ataques de vértigo: MEJORADA CALIDAD DE VIDA
- Barloggio Franco: Vértigos, mareos y laberintitis: NUEVA VIDA
- DanielaB: Vértigos: ¡recuperé mi vida!
- @ALEX@: Vértigos: Desaparecido todo en unos 30 días
- MaTi: Vértigos desaparecidos
- Otros testimonios: vértigos - mareos - pérdida de equilibrio
¿Qué dicen de nosotros?
Desconfía de quien disfraza una simple manipulación cervical como un realineamiento del Atlas y de quienes ofrecen imitaciones de baja calidad de nuestro método. Los resultados hablan por sí solos: más de 10.000 testimonios y reseñas en varios idiomas nos hacen únicos. Haz clic para descubrir opiniones, valoraciones y experiencias auténticas, compartidas por quienes han experimentado la corrección del Atlas por vibro-resonancia Atlantomed:
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Literatura científica sobre vértigos
Escrito por: Alfredo Lerro
