Lumbago - tensión lumbar: ¿qué hacer?

A algunas personas les ocurre periódicamente que se encuentran con la zona lumbar completamente bloqueada. Al levantarse de la cama por la mañana o después de un movimiento brusco e inapropiado, aparece de repente un dolor agudo que atenaza la espalda. Este dolor, que empeora con cualquier pequeño movimiento, puede ser tan intenso que provoque inmovilidad. El dolor puede ser tan fuerte que obligue a la persona afectada a doblarse al suelo, incapaz de moverse y esperando ayuda.

Comúnmente, esta condición se conoce como "lumbago"; el médico la llama lumbalgia o dolor lumbar.

Las personas predispuestas al lumbago suelen presentar una mala postura, asociada a una excesiva inclinación de la pelvis, con severas contracturas musculares en la zona lumbar.

La lumbalgia aguda, conocida también como lumbago, se desencadena por movimientos repentinos realizados "en frío", que someten a un exceso de carga a los ligamentos y músculos lumbares, ya crónicamente sobrecargados por un desalineamiento pélvico. Este sobreesfuerzo activa un mecanismo de defensa muscular involuntario, caracterizado por espasmos y rigidez de la musculatura lumbar.

Tras el tratamiento Atlantomed, la oblicuidad pélvica, la hiperlordosis y la postura general pueden mejorar visiblemente y de manera duradera. Esto contribuye a eliminar las condiciones predisponentes que a menudo evolucionan en lumbago, previniendo así la recurrencia de estos episodios dolorosos.

El tratamiento puede llevarse a cabo con total seguridad incluso durante la fase aguda, justo después de un lumbago, tan pronto como las condiciones lo permitan. En esta circunstancia, es particularmente eficaz, ya que actúa directamente sobre los músculos lumbares profundos, relajándolos y aliviando inmediatamente el dolor. Este enfoque permite obtener un alivio sin recurrir a inyecciones sedantes.